Nací en el ’87, soy murcianica y me siento un ser humano altamente sensible que en 2015 despertó y empezó a permitirse PARAR y SER, sin máscaras ni fachadas.

La frase que más me repite mi madre cada vez que le pregunto por mi de pequeña: ¡No parabas!. Quería saber de todo, experimentar todo. La curiosidad es mi cualidad innata más auténtica.

Según me cuenta mi madre, acababa los días rendida, con unas ojeras hasta el suelo después de todo el día sin parar.

Sé lo que es vivir con prisa, mucha prisa. Que esa prisa te invada y se convierta en ansia. Y que esa ansiedad se transfiera a cada situación vital. He experimentado en mi lo que es estar totalmente desconectada del presente, de mi cuerpo o emociones. Y vivir luchando contra mi y mi mente.

Un día mi propio cuerpo ME PARÓ

Después de 28 años sintiéndome “sin parar”, encadenando decisiones y situaciones vitales, en Mayo de 2015 toda esa prisa, ansiedad y desconexión del presente se transformó en un trastorno ansioso-depresivo. De repente todo se paró.

Fue una etapa muy transformadora y retadora. También muy dura. Pasaba días sola de baja y empecé a ir a Terapia, donde aunque sentía alivio, todo lo que atravesaba dolía mucho.

Ahora, tras muchas muchas horas de trabajo y crecimiento personal, sé que todo esto llegó justamente PARA lo que necesitaba, en el momento exacto en el que estaba preparada para DARME CUENTA.

Sin duda necesitaba ENCONTRAR PAUSA en mí y tenía justo delante la gran oportunidad. Gracias a esta etapa conecté con mi quietud y calma internas. Desde este momento, no he dejado de cultivarlas.

ME DI CUENTA

Que no respetaba mis ritmos, de muchos patrones o creencias, de mi forma de tratarme super destructiva y exigente.

Que no estaba en un camino para mi ni en una profesión o estilo de vida que me hiciera sentir en paz, de hecho, me enfermaba una y otra vez.

Que la prisa y vivir por delante eran mi tendencia, pero podía aprender a vivir en el presente.

SOY CAPAZ de entrenar esta habilidad de atención plena, intención observadora y curiosa y actitud muy amorosa y compasiva. Es decir, la capacidad Mindfulness (“mente llena de la experiencia”). Y si yo lo soy, quizás tú también 🙂

Al PERMITIR soltar LA PRISA, también solté lo que se suponía “tenía que hacer” o para lo que la sociedad/vida/familia me había preparado. Me permití PARAR, mirarme con amor, escucharme y responsabilizarme de mi.

Por primera vez me atendí en el plano mental, físico y emocional desde el amor. Fui a terapia Gestalt (compasiva) varios años, empecé a validarme internamente, no poner mi valía en “lo que hacía o conseguía” o la imagen que fuera tenían de mi.

Empecé a permitirme y no esconder lo que sentía. De hecho esto me acercó mucho más a mí y a mucha gente en el mundo digital, lo que jamás hubiera imaginado.

Me tatúe este recordatorio en las muñecas (sí, mirando hacia mí, ¡sin pensar en la estética! sorry not sorry tatuadoras/es jejeje) para traerme de vuelta al presente, a mí, tantas veces me sintiera atrapada por el pasado o el futuro.

En Junio 2018 llegó mi segundo despertar. Me despidieron de mi trabajo como Ingeniera de Telecomunicaciones. Tras un shock inicial y romper definitivamente con este ambiente, me fui a un Retiro Mindfulness y allí empezó todo.

Este retiro me cambió la vida. Fue la experiencia más transformadora que he experimentado. Estuve totalmente sola durante 5 días con Santi, dueño de la casa de Retiros y que me acompañó con todo su amor durante todo mi proceso interno. Recuerdo perfectamente el miedo que sentía por encontrarme conmigo y la liberación cuando pude transformar y crecer junto a él.

Al volver de este Retiro, me permití de nuevo unos meses de PAUSA para digerirlo. De repente un día lo supe: quería dedicarme al Mindfulness. Me formé como Instructora Mindfulness, una formación certificada y 100% experiencial para mí. Quería seguir integrando todo lo posible sobre la habilidad de VIVIR EN EL PRESENTE desde el amor.

La formación incluía un retiro totalmente en silencio de 7 días, una segunda experiencia en la que profundicé mucho más.

De todo este periodo de vuelta a mi, a lo que me movía y apasionaba, nació Tu aquí y ahora, un espacio de pausa creado íntegramente para ti, desde mi corazoncico al tuyo ❤ . Descubrí que me apasiona este camino de encuentro con la pausa y sobre todo, acompañarte a ti en el tuyo. Tal y como a mí me acompañaron. También fusionar mi curiosidad innata y creatividad para diseñar experiencias conscientes de calma, transformación y crecimiento.

Complementé mi formación con la estructura del Coaching, mediante una formación como Coach certificada que ha seguido y seguirá aportando tantísimo en mi crecimiento personal. Además me he formado en técnicas de Coherencia Cardiaca HeartMath ya que me APASIONA la conexión mente-corazón. Técnicas que también facilito.