Hace ya algunos unos años que sé cómo crear hábitos de autocuidado. O al menos, eso creía. Creía que la intención principal a la hora de crear y mantener algunos era honesta y saludable para mí.
“Creo el hábito de comer más saludable la mayor parte del mes para sentirme nutrida y con más energía. Me planifico al menos tres días para priorizar y profundizar en mi práctica de meditación y yoga. Creo el hábito de fortalecer y flexibilizar mi cuerpo dos días a la semana. Me dedico espacios de calma en el día, para no hacer.”
¿Pueden sonar sensatos, no?¿Y si te digo que realmente eran hábitos de castigo?
Había dedicado mucho esfuerzo, tiempo y constancia a crear estos hábitos. Sí. Me acercaban a objetivos más grandes de salud, autocuidado y bienestar/bienser. También.
Pero había centrado su creación y adherencia en esa tendencia automática que nos influye en esta sociedad. Que a mí particularmente me influye. La tendencia a que tenga más peso alcanzar un objetivo final, que su contenido o desarrollo. La tendencia del CONSEGUIR y ACUMULAR. Y cuánto antes mejor. Y cuánto más mejor.
Esta tendencia a veces puede volverse inflexible, rígida, dañina y dolorosa. Muy dolorosa. A mí me pasó, a veces me pasa y quizás me pasará. Pero cada vez tiene menos peso 🙂 ¡Mirémoslo con actitud positiva!
Hace no mucho, gracias a unos largos meses de parón en mis hábitos por momentos de cambio en mi vida, me di la oportunidad de hacer balance de esta tendencia en mí hasta ahora. Ha habido una gran evolución y aprendizaje, ¡claro! Y gracias a este parón y trabajarme en varios procesos de coaching en 2020 y principios de 2021, me he dado cuenta de varias cosas nuevas.
DE QUÉ ME HE DADO CUENTA
Me he dado cuenta que había omitido el factor “DESDE” donde creo el hábito. Ahora lo he recuperado y no me puedo sentir MÁS orgullosa y conectada con mis hábitos. AHORA SÍ siento que sepa crearlos y mantenerlos de manera saludable y honesta.
Me he dado cuenta que en el pasado tenía tendencia a crear hábitos con más peso puesto en:
- DESDE el miedo a no ser suficiente, como si no cumplirlos significara “valer menos”.
- DESDE la exigencia a ser perfecta, porque tenía que ser todo o nada. Sin intermedios.
- DESDE la prisa a adherirme a ellos cuanto antes, porque me faltaba la paciencia y presencia que siento ahora.
- DESDE el machaque si no los cumplía, porque mi Sofía dictadora está ahí siempre al acecho, expectante para sacar su látiguico. En esto no iba a ser menos.
Una parte de mi ya estaba trabajando todo esto. Llevo mirándome y trabajándome activamente desde 2016 a 2019 que acudí a terapia. Más tarde con mis formaciones en Mindfulness y Coaching, ambas experienciales. Desde 2018 acompañando a personas como tú que quizás me lees, de las que aprendo TANTISIMO.
Pero otra necesita reposar todo lo vivido y dejar espacio al crecimiento que siento hoy.
Gracias a esto me he he dado cuenta que estas tendencias que son automáticas en mí, en sí mismas YA son un hábito. Actuar desde estos lugares. Sin pensarlo, sin cuestionarlo. Son un hábito dañino para mi.
Sin embargo, también me he dado cuenta que SOY CAPAZ de volver a crear hábitos DESDE OTROS LUGARES, de hecho, desde Enero 2021 he vuelto a crear nuevos. ¿Y sabes qué? Me ha costado MUCHO MENOS. Incluso algunos son más difíciles para mí, pero mi compromiso es mayor que antes.
¿Qué ha cambiado? DESDE DONDE lo hago.
- He creado el hábito de priorizar mi salud DESDE EL AMOR.He puesto mi salud de las primeras en la lista. El significado que tiene SALUD para mí, que puede ser distinto al tuyo. Y está bien.
- Acudo a una fisio de suelo pélvico por unos dolores crónicos. Ya llevo un mes y medio acudiendo semanalmente.
- He incluído entrenar fuerza dos días a la semana en un centro de entrenamiento personal. A mi ritmo, de manera progresiva. Adaptado a mis circunstancias, sin compararme con nadie y apoyando a un negocio local. Ya llevo 3 semanas.
- He incluído al menos tres mañanas de yoga y meditación, primero con el programa VIVE AQUÍ Y AHORA de Espacio de Pausa, mi refugio de autocuidado. A día de hoy, alternando clases guiadas con mis propias secuencias y meditaciones. Lo que encaje mejor para mí según el día. Escuchándome.
- He incluído la creatividad con rituales de escritura, pintura, dibujo o música. Mimando a mi niña interior, sin exigirme llegar a NADA concreto, tan solo por disfrutarlo, a ver qué sale. Y cada vez lo disfruto más. Y quiero probar cosas nuevas 🙂
- He creado el hábito DE DARME CUENTA de cuándo necesito limitar mi tiempo de exposición: en redes sociales, con personas, con entornos. Y darme el permiso de estar para mí en esos momentos. Sin tener que cumplir con nada ni con nadie en esos instantes.
- He creado el hábito DE ACOMPAÑARME en mi emocionalidad, sensibilidad y vulnerabilidad.
- Estoy en el camino de aceptarme así, sin luchar, juzgar o resistirme a lo que esté sintiendo. Tan sólo acompañarme. Y para eso, no importa el lugar o con quién esté. Si noto que me desborda la intensidad, cada vez soy más capaz de ofrecerme amor y acompañamiento. Desde mi diálogo, desde mis acciones y conducta.
Pueden parecer unas conclusiones perfectas, pero son eso, conclusiones. Por primera vez en mucho tiempo doy más peso al proceso, a los aprendizajes.
Para mí hoy en día lo más valioso de crear hábitos es hacerlo DESDE EL AMOR y el ACOMPAÑAMIENTO. Así, cuando haya días que cueste, porque los habrá, vuelvo a mí antes, vuelvo a conectar con esta intención, que sin duda, no duele como el castigo.
¿Y TÚ? ¿Desde donde creas tus hábitos? Me encantará que charlemos en comentarios.
¡Ay, Sofía!
He absorbido cada palabra, cada consejo y cada emoción que has tratado de trasladarnos (y conseguido con creces), tanto en el artículo escrito como luego en el vídeo.
Esto que nos estás brindando es un verdadero regalo.
Para mí, el colofón a un largo año (en realidad 4, que sabes que mi proceso ha ido muy similar y paralelo al tuyo, aunque en formas diferentes) de autoconocimiento, autodescubrimiento, autocuidado y autoamor.
Sin duda, ha ayudado el rodearme de personas maravillosas con un corazón ennorme y la misión de poner nuestras creencias, percepciones y hábitos en jaque para que que nos liberemos de mil y una limitaciones (la mayoría autoimpuestas) que no nos permiten alcanzar la vida que queremos.
De hecho, para mí lo más importante de tu reflexión y recomendación, es hacernos las preguntas adecuadas de cuál es esa vida que queremos.
Pero no para conseguir, arreglar o demostrar nada.
Si no para simple y llanamente SER, de una manera plena y consciente.
A todas ellas, empezando por ti, os doy las gracias infinitas.
Y además y ante todo, a mí misma, por habérmelo permitido, por haber honrado mi proceso, aunque no siempre tuviese esa sensación de estar alineada.
Porque la vida es demaisado bonita para perderla con el látigo en alto (me creas o no esto lo llevo repitiendo a mi círculo la última semana como un mantra).
Porque #nosoysuperwoman ni falta que hace.
Y ya, que me emociono, como tú.
Porque cuando algo te funciona lo quieres gritar a los cuatro vientos: A mí todo lo que has creado para nostras me funciona y me ha acercado a mi esencia.
De nuevo gracias, y qué ganas de empezar el día 1.
Ay MERY! qué comentario para ENMARCAR!!!!!! Me quedo con tu frase: “Si no para simple y llanamente SER, de una manera plena y consciente.” Desde luego que es siempre un verdadero regalo poder acompañarte, inspirarte, compartir contigo… GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS por recibirme así!! UN ABRAZO GIGANTE!!! nos vemos mañana en Espacio de Pausa!!!